Campos electromagnéticos
Los campos electromagnéticos existen en forma de radiación solar y campos estáticos desde la formación de la Tierra, y son necesarios para la vida humana, pues sin estos la vida desaparecería. A estos campos electromagnéticos naturales se han unido, desde inicios del siglo XX, como una de las consecuencias inherentes al desarrollo tecnológico y a la mejora de la calidad de vida, la generalización de campos electromagnéticos creados artificialmente. Las redes e instalaciones eléctricas, al igual que todo tipo de máquina y electrodoméstico que funcione con energía eléctrica, son capaces de generar campos electromagnéticos.
Desde hace cinco décadas se está investigando este fenómeno, sus aplicaciones médicas y sus posibles efectos en la salud. Los conocimientos científicos actuales sobre el tema son muy exhaustivos y más numerosos que los existentes sobre la mayor parte de los productos químicos o alimenticios que consumimos y utilizamos habitualmente en nuestra vida cotidiana.
Preguntas frecuentes
¿Qué son los campos electromagnéticos?
La noción de campo se utiliza en física para indicar la influencia de un objeto sobre su entorno.
En el caso de la electricidad, toda carga eléctrica produce un campo eléctrico. Cuanto más elevada es la tensión de un aparato o instalación, mayor es el campo eléctrico resultante. Su unidad de medida en el sistema internacional es el V/m (voltio/metro) y su valor decrece muy rápidamente con la distancia.
El campo magnético aparece como consecuencia del desplazamiento de cargas eléctricas (circulación de corriente). Cuanto más elevada es la intensidad de corriente, más aumenta el campo magnético.
Su unidad en el sistema internacional es el T (tesla), y de manera similar al campo eléctrico, el valor del campo magnético disminuye muy rápidamente con la distancia.
Para frecuencias muy bajas, como es la de 50Hz (denominada frecuencia industrial, frecuencia a la que se produce, transporta y distribuye la energía eléctrica en España), los campos mencionados son independientes entre sí, por lo que la expresión 'campos electromagnéticos de 50Hz' no es correcta. Resulta más adecuado hablar de 'campos eléctricos y campos magnéticos de 50Hz'.
¿Qué es una radiación no ionizante?
Una radiación no ionizante es aquella cuya energía no es suficiente como para provocar la rotura de enlaces moleculares y, por tanto, causar alteraciones en las células de los organismos.
Los campos eléctricos y magnéticos de 50Hz se sitúan en la zona más baja del espectro electromagnético, esto es, la zona más alejada de las radiaciones ionizantes y, por tanto, se trata de unas ondas muy poco energéticas, incapaces ya no sólo de romper enlaces, sino de otros efectos que se producen a frecuencias más elevadas, como provocar calentamiento celular.
¿Qué se entiende por comunidad científica? ¿Quiénes y cómo deciden qué estudios son fiables y cuáles no?
Se entiende por comunidad científica al conjunto internacional de científicos que, por sus trabajos, investigaciones y descubrimientos en una determinada materia integran comités de estudio, comisiones editoriales de revistas científicas, academias nacionales y centros de investigación con un rango similar al que en España poseen el Centro Superior de Investigaciones Científicas, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas o la Real Academia de Ciencias Físicas y Naturales.
Las investigaciones y conclusiones de estos especialistas deben ser difundidas en una serie de revistas especializadas, cuya enumeración y evaluación es asumida por el Journal Citation Reports, una publicación del Institute Scientific Information. De este modo, sólo se puede hablar de controversia científica en torno a una determinada materia cuando se plantean diferencias de criterio entre los miembros de esta comunidad, depositaria del conocimiento compartido global. En tal caso, los discrepantes deben documentar con pruebas sus hallazgos. Si no lo hacen y se mantienen en sus postulados, se autoexcluyen de la denominada comunidad científica.
¿Qué efectos tienen los campos electromagnéticos de 50 Hz sobre la salud de las personas?
Todos los organismos científicos internacionales y comités de expertos que han estudiado este tema en los últimos años coinciden en afirmar que los campos eléctricos y magnéticos generados por las instalaciones eléctricas no producen efectos nocivos a largo plazo (es decir, enfermedades) y, por lo tanto, no suponen un riesgo para la salud pública.
Las conclusiones a las que ha llegado la comunidad científica son:
No se conoce mecanismo biofísico o bioquímico que explique cómo los campos eléctricos y magnéticos, generados por las instalaciones eléctricas, podrían causar efectos nocivos a largo plazo.
El conjunto de los estudios epidemiológicos no encuentran una asociación entre trabajar o residir cerca de instalaciones eléctricas y un incremento de enfermedades. La experimentación de laboratorio indica que los campos generados por las instalaciones eléctricas no producen efectos nocivos.
A esa misma conclusión llega el Ministerio de Sanidad y Consumo de España en su informe técnico Campos electromagnéticos y salud pública [PDF], elaborado por un comité de expertos y hecho público en mayo de 2001:
"No puede afirmarse que la exposición a campos electromagnéticos dentro de los límites establecidos en la Recomendación del Consejo Europeo (1999/519/CE)... produzca efectos adversos para la salud humana. Por tanto, el Comité concluye que el cumplimiento de la citada recomendación es suficiente para garantizar la protección de la población".
Estos límites son, para frecuencias de 50Hz, de 5.000V/m para el campo eléctrico y de 100 microteslas para el campo magnético.
En lo que respecta a exposiciones a valores muy elevados de campos eléctricos y magnéticos, es un hecho conocido que este tipo de exposiciones puede llegar a producir efectos perjudiciales para la salud. En concreto, campos magnéticos suficientemente intensos pueden provocar estimulación directa de los nervios periféricos y tejido muscular. La normativa nacional de exposición tiene por objeto prevenir estos efectos, estableciendo valores límites que no deben ser superados.
¿Qué niveles de campos de frecuencia industrial (50 Hz) son habituales en viviendas y lugares de trabajo?
Dentro de las viviendas, los campos pueden oscilar desde 150 microteslas y 200V/m a pocos centímetros de determinados electrodomésticos hasta menos de 0,02 microteslas y 2V/m en el centro de muchas habitaciones.
Los electrodomésticos que tienen los campos magnéticos más altos son aquéllos que necesitan una alta intensidad de corriente (por ejemplo, aspiradoras, microondas, lavadoras, lavavajillas, batidoras, abrelatas eléctricos, máquinas de afeitar eléctricas). De los electrodomésticos estudiados, sólo los hornos microondas, las lavadoras, lavavajillas y abrelatas generaban campos superiores a 0,2 microteslas medidos a 1 metro de distancia.
Los campos eléctricos de las líneas eléctricas tienen poca capacidad de penetrar en los edificios, lo que produce muy poca correlación entre campos eléctricos y magnéticos dentro de las casas.
En el caso de los lugares de trabajo, se han observado exposiciones laborales superiores a 100 microteslas y 5.000V/m (por ejemplo, en soldadura al arco y montadores de cables). En los trabajos eléctricos normales la exposición media varía desde 0,5 a 4 microteslas y 100-2.000V/m.
¿Cómo se miden los campos magnéticos de frecuencia industrial?
Las medidas se deben realizar con un gaussímetro calibrado, en múltiples puntos y durante un periodo de tiempo sustancial, ya que hay grandes variaciones de los campos en el espacio y el tiempo. Afortunadamente, el campo magnético es mucho más fácil de medir que el campo eléctrico.
Esto se debe a que la presencia de objetos conductores (incluyendo el cuerpo del que realiza la medida) distorsiona el campo eléctrico y dificulta las medidas. Esto no ocurre con el campo magnético.
Es importante, para la persona que está midiendo, entender la diferencia entre emisión y exposición. Esto puede parecer obvio, pero mucha gente, incluyendo algunos científicos y físicos expertos, colocan el medidor junto a la fuente y comparan ese número con una normativa de exposición.
En el caso de líneas de distribución y transformadores, los campos magnéticos pueden variar considerablemente a lo largo del tiempo, ya que los campos son proporcionales a la corriente del sistema. Una medición razonable tiene que hacerse a lo largo de un tiempo, conociendo el consumo eléctrico anterior y actual.
¿Qué relación tienen los marcapasos con los campos electromagnéticos?
Nuestro cuerpo genera continuamente energía para realizar sus funciones vitales. Las corrientes naturales dentro de un organismo oscilan entre 1 y 10mA/m2; entre estas corrientes se encuentran las necesarias para el funcionamiento correcto del corazón. Está demostrado que una corriente inducida dentro de este mismo intervalo no produce efectos biológicos. Con estos valores como referencia, la ICNIRP (y el Consejo de la Unión Europea) establece como medida cautelar el nivel de referencia para la frecuencia de 50Hz, en 10kV/m y 500µT para los trabajadores y en 5kV y 100µT para el público en general.
Un marcapasos cardíaco es un aparato electrónico que detecta la actividad eléctrica del corazón y estimula su contracción enviándole impulsos eléctricos a determinadas zonas cuando lo necesita.
Consta de un generador y un cable (electrodo) que estimula una zona concreta del corazón. La configuración de los electrodos puede ser unipolar o bipolar, siendo la posibilidad de interferencia por un campo electromagnético externo mayor en los marcapasos unipolares que en los bipolares.
En España la mayor parte de los marcapasos instalados en pacientes son dispositivos bipolares.
Además de la diferente configuración, los marcapasos se calibran según la sensibilidad de cada paciente, por lo que la respuesta de los mismos ante la presencia de campos electromagnéticos es distinta. A los marcapasos, junto con el resto de productos sanitarios implantables activos, les resulta de aplicación la Directiva 2007/47/EC del Parlamento Europeo y del Consejo, del 5 de septiembre del 2007. Esta Directiva indica que "los dispositivos deben estar diseñados y producidos de tal forma que se eliminen o disminuyan lo más posible (...) ... riesgos relacionados con aspectos medioambientales previsibles tales como campos magnéticos, influencias eléctricas externas, descargas electroestáticas ... (...)".
Esta directiva ha sido transpuesta en España por el Real Decreto 1616/2009, de 26 de octubre, por el que se regulan los productos sanitarios implantables activos.
Siempre que una persona viva o trabaje cerca de equipos eléctricos es fundamental contar con la información del cardiólogo responsable del paciente y del fabricante del dispositivo, que deben ser conocedores del nivel a partir del cual se pueden producir interferencias.
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